Ecuador: 'Se debe aprender a tener una cultura de prevención ante los desastres naturales'
Quito - El comandante Jorge Cárdenas, director del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), ratificó que es necesario que los ecuatorianos aprendan a tener una cultura de prevención ante los desastres naturales.
“Todo riesgo tiene dos factores que lo determinan, uno es la amenaza natural y el otro la vulnerabilidad, que son las circunstancias que rodean al evento”, manifestó Cárdenas, mientras defendió la necesidad de la declaratoria de una “alerta naranja” en toda la zona costera ecuatoriana el pasado miércoles 10 de agosto.
El Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), emitió la medida ante la posible llegada de olas desde dos hasta cuatro metros de alto. Algunos empresarios turísticos aseguran que se vieron afectados innecesariamente.
“Venía un tren de olas provenientes del sur, desde Chile; estimábamos el arribo desde el 11 al 13 de agosto y coincidía con el aguaje que estaba previsto del 14 al 16. Estos dos eventos el uno anómalo (oleaje) más el típico cíclico (aguaje), se sumaban y era lo que hacía prever que las olas podrían superar los dos metros”, agregó el titular del Inocar.
El Instituto confirmó que las olas previstas si llegaron a los sectores de Mar bravo, Posorja, Machalilla, Puerto López y Puerto Baquerizo Moreno; sin que se reporte daños materiales. Además, recuerda que en Chile 28 poblaciones fueron cerradas y golpearon olas de hasta cuatro metros y medio de alto; en Perú se cerraron 20 caletas y llegaron olas de hasta tres metros y medio.
“Usamos parámetros en modelos extra-regionales que nos permiten simular qué tipo de olas estarían llegando”, explicó Cárdenas.
La masiva afluencia de personas a las playas por el feriado y el gran número de ellos provenientes de la sierra, fueron las principales causas para la declaratoria de la “alerta naranja”.
El experto explicó, que en este tipo de situaciones, se forman unas corrientes de olas llamadas resaca, que van desde la playa hacia el mar a una velocidad de 400 metros. Normalmente las personas tratan de nadar hacia a la playa en contra de la corriente y mueren por cansancio.
“Era necesario (alerta naranja) para prevenir vidas humanas y hoy podemos tener la satisfacción que no hay víctimas (…) Nuestra población debe tomar conciencia y creer en las Instituciones de Gobierno”, puntualizó. Reporta Prensa Presidencial.