España: Santa Cruz lidera en el archipiélago la adopción de medidas para la resiliencia que promueve las Naciones Unidas

Santa Cruz quiere ser una ciudad resiliente, es decir, un municipio con capacidad para resistir y superar cualquier desastre que pueda producirse tanto provocado por el hombre como natural, como el ocurrido el 31 de marzo 2002. Para ello, la capital tinerfeña ya ha enviado toda la documentación que se le han requerido desde Naciones Unidas y está a la espera de recibir una contestación a lo largo del próximo mes de abril. "Si lo conseguimos, seríamos el primer municipio de Canarias que obtiene esa clasificación", aseguró ayer el alcalde de Santa Cruz, el nacionalista José Manuel Bermúdez, quien precisó: "Aunque tenemos que esperar para ver si cumplimos todos los requisitos para entrar en este grupo mundial, si lo conseguimos podríamos compartir experiencias con otras ciudades que han pasado por una catástrofe y la han superado".

Para hacer de Santa Cruz una ciudad capaz de recuperarse con rapidez después de una catástrofe, el área de Seguridad Ciudadana ha estado trabajado durante meses con expertos de la Universidad de La Laguna para renovar y actualizar el Plan de Emergencias Municipal (PEMU), un documento que se aprobó un año antes de que ocurrieran las riadas del 31-M. "Nuestro objetivo es reducir al máximo las posibilidades de riesgo en nuestro municipio", precisó el alcalde de Santa Cruz durante el acto en el que se presentaron los resultados de la evaluación de riesgos del PEMU.

En dicho acto también estuvo presente el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, José Alberto Díaz-Estébanez; la edil de Medio Ambiente, Yuri Mas; el director académico del equipo de la ULL que han colaborado en la elaboración de este nuevo documento, Pedro Dorta, y el técnico también responsable de la actualización del PEMU, Sebastián Martín.

"Si me preguntan si Santa Cruz está preparada para volver a pasar por otro 31-M, la respuesta es no", comentó Díaz-Estébanez, quien recordó que aquel día, hizo ayer exactamente 12 años, cayeron sobre la ciudad 240 litros en dos horas. "Ante algo así nadie está preparado pero aquí lo importante es cómo nos recuperamos", añadió el edil de Seguridad Ciudadana.

Aunque aún el nuevo documento tiene que ser aprobado por el Ayuntamiento y recibir el visto bueno de la Dirección General de Emergencias, José Alberto Díaz-Estébanez definió el nuevo Plan de Emergencias Municipal como "participativo y vivo".

Los técnicos municipales y los expertos de la Universidad lagunera han trabajado sobre la base del documento antiguo, es decir, el plan de emergencias que ya tenía la ciudad y que fue aprobado en 2001, un año antes de que se produjeran las riadas. Para adaptarlo a las nuevas necesidades del municipio y, sobre todo, a la normativa actual, el Ayuntamiento santacrucero quiso poner en marcha un proceso participativo en el que han colaborado no sólo especialistas en prevención sino también colectivos sociales, empresarios, sindicatos, científicos y otras administraciones.

Una de las diferencias con respecto al plan del 2001 es que en el nuevo se ha dividido el territorio en dos ámbitos: uno urbano, que se corresponde con los núcleos poblados de Santa Cruz, y Anaga. Según explicó Dorta, esta división se debe a que la manera de actuar ante una catástrofe en una u otra zona no sería la misma.

"Entre las novedades se encuentra la incorporación del impacto del calentamiento global en el municipio, la cartografía es digital y que, además, se compara lo que había antes con lo que tenemos ahora", manifestó Dorta, quien también adelantó que el nuevo documento se podrá consultar a partir de hoy.

Sobre las amenazas más importantes a las que se enfrenta Santa Cruz y sus vecinos se encuentran la posibilidad de que se produzcan inundaciones, la contaminación atmosférica, los eventos públicos, las sustancias peligrosas, los transportes y las pandemias. En ese sentido, los técnicos especificaron que no se ha elaborado un ranking, sino que se han identificado las amenazas más importantes para el municipio.

En cuanto al hecho de que se haya introducido el concepto de pandemias, los técnicos explicaron que se debe a que es poco probable que se produzcan en Santa Cruz pero también precisaron que cuando ocurren sus efectos suelen ser devastadores para las comunidades que la padecen.

Tanto Dorta como Martín también precisaron que en el documento anterior de emergencias, las inundaciones estaban calificadas como un riesgo "bajo". Sin embargo, en el nuevo plan aparecen recogidas como "alta". Lo mismo ocurre con otras amenazas como la calima o los accidentes.

Por último, los técnicos comentaron que el Ayuntamiento de Santa Cruz posee un estudio sobre sismicidad en la capital tinerfeña. No obstante, manifestaron la necesidad de actualizarlo y revisarlo así como encargar nuevos análisis que permitan saber cómo es el suelo de la capital tinerfeña.